“Quién será el candidato, es lo de menos, apoyaré y si me toca, lo asumo”, recalcó.

 

¿Tiene Manabí suficiente peso político para llegar con un candidato de la provincia a las elecciones del 2017?

El peso político desde el punto de vista electoral. Indiscutiblemente lo tiene, porque es la tercera provincia en caudal de votos dentro del padrón nacional. En cuanto a las organizaciones dirigidas desde Manabí, no lo tiene, porque no hay ninguna a nivel nacional dirigida desde acá; provinciales sólo hay dos. Esto nos da a entender la escasa motivación de los líderes políticos manabitas en participar con proyección nacional.

¿Está usted preparado para asumir una candidatura de ser elegido?

Nunca se está lo suficientemente preparado. La vida es una línea continua de aprendizaje, pero evidentemente esta generación debe responder a un desafío histórico. Manabí está en la línea que va hacia el estancamiento, corremos el riesgo de convertirnos en la gran proveedora de la migración interna si se logra consolidar los puertos Bolívar y Posorja y no el de Manta.

 

¿Cómo ve la situación del país actualmente?

La situación del país es crítica desde el punto de vista político, hemos sufrido un retroceso en materia de libertad y de concentración de poder, la ausencia de garantías, tenemos un proceso de empobrecimiento por la crisis económica, una economía esencialmente petrolera, unidependiente de un producto natural, no hemos logrado un nuevo esquema de producción de economía no petrolera. 

 

¿Qué hay que hacer para solucionarlo?

Liberar los mercados, bajar los impuestos, apostar al emprendimiento, apoyar a la empresa privada, liberarla, y que el Estado se dedique a hacer lo que tiene que hacer, sobre todo en materia de seguridad, salud, educación y no ese Estado empresario que se encarga de gastar recursos en medio de la gente más pobre. 

 

¿Cómo ve la reconstrucción de Manabí? ¿Qué le falta?

Le falta que el Gobierno se decida a reconstruir Manabí, realmente. Hemos creado un Comité de Reconstrucción, un ente burocrático, que lo que hace es captar necesidades para transmitir a lo que ellos llaman institucionalidad y se ven los resultados, cuatro meses después seguimos medio demoliendo y no tenemos un plan de reconstrucción. Lo que están haciendo es asistencialismo, que sí funciona, pero es insuficiente a la larga, te va a tomar diciembre, enero y vas a tener carpas en las calles, lo que revela que ni siquiera en materia de vivienda tenemos una política bien diseñada. No hay un verdadero esquema de reconstrucción, tenemos un esquema de paleamiento de necesidades.