José Vélez, quien habita a unos metros del lugar, aseguró que la pestilencia no les permite vivir con tranquilidad. 

Según Vélez, en la parte alta de la vía hay una chanchera y los desperdicios bajan por el caudal de un estero, y estos a su vez llegan hasta el cauce del río Zapallo, provocando la contaminación. 

Mencionó que a pesar de que él ha denunciado ante las autoridades, sus reclamos no han dado frutos. “Hace un mes vinieron y tomaron fotos, pero hasta la vez no se hace nada. No estamos en contra de las chancheras, pero no aguantamos los malos olores”, dijo.

Alberto Loor, otro morador, manifestó que este problema no es de ahora, sino que existe desde hace unos ocho años. 

Orlando Rodríguez, presidente de la Junta Parroquial, refirió que, como autoridades locales, han dialogado con los propietarios de la chanchera, incluso, dijo, han facilitado maquinarias para arreglar y no permitir la contaminación. Sin embargo, agregó que cuando los pozos se llenan la contaminación continúa. “Haremos una reunión en los próximos días, incluso invitaré a autoridades de Ambiente para que se solucione”, indicó.