Antes de saltar al campo, los actuales ocupantes o dueños de casa, que en este caso son quienes al momento ejercen el poder y poseen las decisiones para enrumbar la nación a mejores días, igual que lo dicen y prometen los contrincantes desde la oposición política -que es el otro equipo-. “Ambos dos” al momento están en igualdad de cosas, con un “acomodo de frutas” o “indecisiones acomodaticias” en pos del triunfo, que en este caso es captar los poderes que antes eran tres y que ahora muchos, en esta tribuna dicen que en esta década los hicieron uno solo.

Ahí arrancan las aspiraciones. Varios de los jugadores aspiran a hacer “caída y limpia” como en el “40”, captando todo lo que -siendo más claros- dicen ahora posee Alianza País; otros, porque saben que es imposible lograr más así lo quieran, y solo aspiran a captar puestos en el Parlamento, para desde ahí “aplicar” sus ideas, dicen entre dientes.

Al momento nada claras son las “alineaciones” de los equipos; AP no decide entre los dos “vices”, el anterior y el actual; y Pame no flaquea de su Rafa. Por el otro lado, el muy guayaquileñísimo alcalde, quien por eso mismo sabe que “no pega” fuera de su golfo,  desuniendo la “Unidad” lanzó a la guapa Cynthia para que encabece el frente de batalla, lo que desconcertó a los otros “unidos” aspirantes.

Igual le sucedió al exbanquero, de quien hace pocos días Nebot se expresó muy agriamente, alejando la posibilidad de ampliar su “Unidad”; por ello, uno de esta tribuna a quien apodamos “Maqui” por sus ideas maquiavélicas, piensa que en el fondo -bien en el fondo- existiría un entendimiento secreto entre los dos poderosos guayaquileños, que al momento ejercen la presidencia de este país y la alcaldía del mayor puerto nacional.

Con el mismo y con el súper “light” contrato que en Carondelet firmaron con Qatar para el puerto en Posorja, al que pronto lo complementarán con el aeropuerto de Daular, la gran ZEDE y los astilleros, harán que Guayaquil aceleradamente recupere su condición de capital económica de Ecuador, perdida en la crisis bancaria de fin del siglo que pasó. ¿“Capice”? ¿Y Ecuador y Manabí? ¡Bien, gracias!, dicen aquí en la tribuna.