Actualizado hace: 932 días 1 hora 17 minutos
Palabra de gallero, garra de oso
Palabra de gallero, garra de oso
Por: Childerico Cevallos
[email protected]

Domingo 21 Agosto 2016 | 04:00

Personalmente miro con respeto la negación del actual presidente de la República, Rafael Correa, a regresar a la cancha electoral como lo inculca un grupo de jovencitos para que se postule a otra reelección.

Recordemos que el economista solicitó y logró de la Asamblea Nacional la aprobación de reformas constitucionales que, entre otras cosas, vedaban la reelección a quienes ya estuvieran ejerciendo funciones públicas de elección popular por dos períodos consecutivos con esta Constitución, cerrándose él mismo la posibilidad de continuar en la presidencia.
Ejecutada esa orden del jefe de todos, saltó un denominado colectivo social que se resistió a acatar la decisión del mashi, iniciándose una campaña para convocar a una consulta popular que derogaría la prohibición y facilitaría que Correa se candidatice nuevamente a la presidencia.
A nadie asombró que el colectivo lograra las firmas requeridas y se acerque a su objetivo.
Pero ese cometido vuelve a chocar con la misma piedra que han pretendido mover desde el principio; es decir, la negativa de Correa a continuar desde Carondelet con su pasión “revolucionaria”. Él ha confesado que prefiere dedicarse más a su familia y descansar de los nueve y más años de “socializar” el país, contando con sus huestes de Alianza PAIS y más adosados al poder.
Y es por esto que quiero resaltar la posición del presidente –que espero mantenga- por la reiteración de su negativa a aceptar su nueva participación a la reelección.
“No voy más”, ratificó. Y aquello debe ser tomado como “palabra de gallero”, esa que tiene como único notario a la personalidad e integridad de quien la pronuncia.
Con este revés parecería que el colectivo, que encabezan dos afanosas damitas, vería quemado el pan a la puerta del horno, pues la ansiada consulta sería ya innecesaria y un ahorro para el Estado.
Mas, esta historia tiene su bemol. La sentencia que disuelve a la Unión Nacional de Educadores (UNE), tradicional institución creada para la defensa de los intereses de los profesores del país, parece obedecer a una persecución del presente Gobierno, que la ha fijado como objetivo a desaparecer.
Confieso no ser partidario de los episodios violentos que la UNE ha protagonizado en su vida institucional, al igual que me declaro contrario a la politización en la que cayera desdibujando su misión; pero respeto la vehemencia, persistencia, entrega y disciplina que la ha caracterizado, permitiéndole lograr mejoras para la clase magisterial. Estoy por su existencia como persona jurídica, porque es un derecho que no debe ser conculcado con zarpazo de garra de oso, pues debilita al estado de derecho, a la misma democracia. Y violenta el campo legal, que es sobre el cual debe combatirse cualquier desvío o exceso que contraríe las libertades. 
  • ¿Qué te pareció la noticia?
  • Buena
  • Regular
  • Mala

Recomendadas para ti:

Más noticias