La tendencia política en nuestro país es frágil, prevalece las aspiraciones individuales o de grupos,  legítimas por cierto. 

La mayoría de ecuatorianos siente que hay que tomar nuevos rumbos que no apunten al pasado ni sean prolongación del presente.  

En la actual coyuntura prefiero la unidad de pensamiento, aun en la esperanza creo saldrá ensalada a la ecuatoriana recogiendo un poco de todo, incluyendo abiertos camisetazos tan rechazados en el pasado y normales a presente, presenciamos la evolución del rubor en acción.   

La Unidad perfila más a Venezuela con un candidato afín a todos, Compromiso Ecuador sigue el modelo argentino, pero sin primarias; Acuerdo Nacional se asemeja más a la Unidad defendiendo pureza ideológica por parte de alguno de sus integrantes, aunque otros hablan de apertura; y por último AP, con dos vertientes y una de reserva por si acaso, sin semejanza.

Las encuestas publicadas en diario Expreso dan de favorito, entre los candidatos opositores, a Guillermo Lasso Mendoza; le sigue con puntos abajo la precandidata Cynthia Viteri, el potencial oficialista Lenin Moreno puntero disminuyó, hay mucha variación de semana en semana. Hace poco informó Expreso que por encima del 60%, a la fecha que lo hizo, no se pronunciaba por nadie. 

Este hecho pudiera motivar a que otros partidos vigentes, sin candidatos, unos en espera del pronunciamiento del CNE, por exclusiones o propios condicionantes o enfoques diferentes a los hasta ahora expuestos, puedan juntarse dando paso a nuevas alianzas.  

La elección del 2017 será diferente a la del 2009 y 2013; pienso, hasta ahora, habrá segunda vuelta. Nada raro será ver cambios en las actuales integraciones, nuevos nombres y hasta presenciar lo inesperado que pudiera ser cualquier cosa que usted, estimado lector, pueda imaginar, en esta; el voto en contra se impondrá determinante en la esperanza de los finalistas. 

Leo en El Diario que Andrés Páez expone será candidato, que los manabitas desean contar con un presidencial o ser parte del binomio.

El tablero no está lleno, por eso hay voces a favor de Paco Moncayo y otros ciudadanos.

Imposible predecir el resultado de la dispersión; en el lado oficialista observo ilusión, raro por la mala situación en general del país más sus internas desavenencias. En los otros grupos la sonrisa y abundante optimismo. ¿Exagerado?