Según el médico, existen dos tipos de evidencia visible: el material particulado que es la gran nube de polvo que se generará en el momento de la implosión, y luego del asentamiento quedan micropartículas y gases en suspensión que no se ven.

“Aún así hay un tiempo prudencial que debe respetarse para que todo el material se asiente por medios químicos o físicos, que podría ser el agua”, sostuvo.

Infecciones. Según Landívar, es importante recordarle a la ciudadanía que el material que se generará con la implosión contiene muchas partículas, entre ellas asbesto, silicio, arena, carbón, material pesado como micropartículas de vidrio, y por lo tanto los expectadores deben tener un margen de distancia que debe ser calificado por los técnicos de la demolición. 

“Estar cerca de la zona donde será la implosión va a conllevarle a quien esté cerca un alto riesgo de presentar infecciones respiratorias altas, y tener problemas en la conjuntiva de manera casi inmediata o posterior a las próximas horas”, refirió.

El jefe de prevención de Solca dijo que lo mejor es no estar presente en la zona cero, pero quienes acudan, ya sea policías, militares, bomberos, técnicos y periodistas, deben usar gafas y mascarilla doble filtro con carbón activado, ya que le impiden inhalar partículas de polvo e inclusive gases.

Seguro. Jofre Macías, quien labora en la calle Ricaurte y Córdova, expresó que los bomberos le advirtieron de los riesgos, así que no asistirá varios días. 

La implosión del Centro Comercial de Portoviejo sería mañana. Estaba planificada para hoy.