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Ellos no están en la lista de fallecidos por el 16A

Un hombre y una mujer fallecieron debido a golpes que recibieron el día del terremoto. Ellos murieron días después.

Martes 26 Julio 2016 | 08:30

El 16 de abril, cuando la tierra tembló, Julissa Navarrete veía televisión acostada en el mueble de la sala. Todo empezó a moverse y ella intentó ponerse de pie, pero el remezón la devolvió bruscamente de espaldas al mueble. En la caída se golpeó la cervical (vértebra que se sitúa en el cuello), cuenta su hermano Marcos Navarrete.

Dice que al siguiente día la llevaron a una casa de salud pública en Portoviejo, allí le recetaron un desinflamante y le  recomendaron descanso. Ocho días después la hospitalizaron porque había perdido la movilidad de su cuerpo.
Ese mismo 16 de abril, al otro lado de la ciudad, en la parroquia Andrés de Vera, Ramón Zambrano descansaba en el tercer piso de su edificio ubicado en la calle Vicente Macías.
Se encontraba solo. Durante el terremoto en el intento por salir el hombre cayó y se golpeó la cabeza. Horas después Ramón contaría a sus familiares lo sucedido, pero en ese instante, por el susto, la información pasó desapercibida. 
“En realidad pensamos que se iba a recuperar, pero no fue así, incluso lo llevamos al médico, pero solo le enviaban calmantes”, expresa su hijo Washington Zambrano. 
En el transcurso de la semana Ramón, de 87 años,  tendría dolores al cuello y una fuerte depresión que, según sus familiares, terminó llevándolo a la cama de un hospital el 15 de mayo.
DOS VECES HOSPITALIZADA. A una situación similar llegó Julissa Navarrete. La diferencia es que ella estuvo dos veces en el área de Emergencia y, según su hermano, la enviaban a casa a descansar. Todo siguió igual hasta el domingo, ocho días después del sismo, cuando se desmayó y la trasladaron de emergencia al mismo hospital y de allí la derivaron a una clínica privada en Guayaquil. “Ya no tenía movilidad en el cuello y se ahogaba. El lunes falleció. 
Los médicos me dijeron que murió por el golpe en el cuello, pero debían pasar 48 horas para que pudieran certificar aquello”, indica. 
La hermana de Marcos no está en la lista de fallecidos por el terremoto. La familia decidió no dejar que le hicieran autopsia. “A mí me parecía una manera de que la torturaran, soy paramédico y sé cómo es eso”, asegura el ciudadano. 
Ramón murió el 23 de mayo, ocho días después de haber ingresado al hospital y su nombre, al igual que el de Julissa, no consta en la lista oficial de cadáveres que manejan las autoridades. 
Su hijo Washington dice que no hicieron el trámite para registrarlo. Sin embargo, no tiene duda de que es una víctima más del sismo. 
LA CIFRA.  Según la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), la cifra oficial de fallecidos por el terremoto es de 670.
El Ministerio Coordinador de Seguridad, en un documento oficial firmado por el ministro César Navas, confirmó que son 671 víctimas. Incluso adjuntó los nombres de esas personas, con corte al 12 de julio.
Enrique García, fiscal provincial, manifiesta que los casos de personas no registradas serían algo muy aislado y eventual, pues la información oficial que manejan es un consolidado interinstitucional en el que participaron el Registro Civil, la Dinased y los COE.
Incluso, señala el funcionario, en las situaciones en las que hubo dudas de la causa de muerte o falta de documentación se realizaron exhumaciones. 
Esto ocurrió en Pedernales, Jama y San Vicente, y fueron un total de doce.
“A través de estos procesos se pudo determinar identidades y en algunos casos se confirmó que tenían certificado de defunción del Registro Civil y se determinó que la causa de la muerte era el terremoto”, expresa. 
 NO HAY RECLAMOS. García resalta que si hubiera más casos de gente no incluida en la lista oficial existieran reclamos de familiares, pero no los hay. “Tampoco tenemos investigación en trámite y eso nos tranquiliza”, agrega. Añade que tampoco manejan una estadística de desaparecidos, pues los que se manejan en la Secretaría de Gestión de Riesgos no han sido judicializados. “Hay que aclarar que hay una cifra que maneja la Dinased, porque en la noche del terremoto o días posteriores llamaban a decir que había gente desaparecida, pero no hubo nada oficial”, expresa. 
Para Javier Santos, gobernador de Manabí, hay algunos casos en los que se puede atribuir que fallecieron por el terremoto, pero otros no. 
“Por ejemplo, personas que resultaron golpeadas durante el sismo, fueron hospitalizadas y días posteriores fallecieron, pero hay otros que tenían dolencias anteriores y después del terremoto se agravaron, eso no se puede atribuir”, aclara. 
El funcionario dice que con la información que reciben de las jefaturas políticas en las zonas rurales, la cifra puede aumentar, aunque considera que eso sea poco probable. 
Según el Ministerio Coordinador de Seguridad, no hay personas desaparecidas por el terremoto, y señala como fuente la Dinased.
Aún 8.632 ciudadanos permanecen en 26 albergues oficiales, mientras que 68 mil familias constan en el Registro Único de Damnificados. El Gobierno gestiona 16 proyectos de reasentamiento.
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