En Manta la situación es preocupante. Las calles y avenidas principales del casco urbano y de los barrios se encuentran a oscuras, y las pocas lámparas que están encendidas, no abastecen. En otras ciudades, como Jipijapa, media ciudad está a oscuras, inclusive desde los accesos. Pero Vicente Montesdeoca, jefe del departamento Técnico de la entidad, sostiene que esto es mentira porque “lo del alumbrado público es algo circunstancial” en Manta. Aseguró que el 90 por ciento de las luminarias está encendido y sólo el 10 por ciento está apagado por daños. La oscuridad también forma parte del estado de emergencia que se declaró en el país hace varios meses con el objeto de garantizar la continuidad y suministro del servicio eléctrico, afirmó. Emelmanabí tiene en Manta 51.254 abonados. En Emelmanabí, pese a la insistencia, no se ha conocido cuál es la recaudación provincial y cantonal por alumbrado público, que corresponde al 30 por ciento del valor planillado. Franklin Baque, habitante del barrio Miraflores, aseguró que cada mes cancela ocho dólares por luz pública y en su calle sólo sirve una de las 10 lámparas colocadas. Montesdeoca dijo que varias empresas suministradoras de implementos eléctricos han presentado su oferta para que la entidad vea la más conveniente y adquirir luminarias. “Aspiramos que a finales de este mes ubicar lámparas nuevas”, sostuvo.