Recordar su natalicio es fortalecer la memoria colectiva y la identidad de los hijos de la provincia de Manabí. Su nombre está ligado al pueblo montuvio.

Alejo Lascano nació un día como hoy, hace 176 años, en el cantón Jipijapa. Hijo de los guayaquileños José Francisco Lascano y Josefa Bahamonde, ambos comerciantes exportadores de sombreros de paja toquilla, según señala una obra que lleva su nombre, escrita por Alberto Cardero Aroca, que reposa en la biblioteca municipal.

Pero su relación con el pueblo montuvio no se limita solo al tradicional tejido de este sombrero. A los  16 años sus padres lo enviaron a Quito, donde culminó su bachillerato en Filosofía. En 1857 viajó a Francia y entró a la Escuela de Medicina de París.

A la edad de 24 años regresó a Ecuador y el 18 de julio de 1866 se incorporó a la Universidad Central de Quito, donde rindió sus exámenes, que fueron precedidos de brillantes ejecutorias, demostrando amplios conocimientos adquiridos en el viejo continente, añade el libro. 

En 1869 el presidente de ese entonces, Gabriel García Moreno, lo nombró médico vitalicio del hospital civil de Guayaquil y, por sus conocimientos en medicina y cirugía, se convirtió en el médico más solicitado y de mayor prestigio en esa ciudad. 

Lascano viajaba a Jipijapa cada invierno, donde instalaba un consultorio gratuito y atendía a mucha gente.

Este jipijapense fue fundador y primer decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Guayaquil, que por homenaje lleva su nombre.

Estos logros y méritos lo hicieron reconocido a Alejo Lascano. Un colegio y una calle de Jipijapa llevan su nombre, además, en la plazoleta de La Libertad reposa una imagen a la que cada año se le rinde homenaje en la fecha de su natalicio.

Lascano se distinguió como filántropo y amigo de los pobres, falleció el 3 de diciembre de 1904, víctima de una neoplasia gástrica, a la edad de 64 años, según el mismo texto. 

 

> LA PARROQUIA. En su honor, el sitio antes conocido como El Caserío Las Cañas, el 27 de octubre de 1933 se erige como parroquia de Jipijapa con el nombre de Alejo Lascano.

En 1951 con la cantonización de Paján, esta parroquia pasó a ser parte de dicho cantón.

La parroquia Alejo Lascano tiene algo más de 5.000 habitantes y entre sus costumbres está la realización de rodeos montuvios y cabalgatas, justamente para la fiestas de parroquialización. 

Durante esas fechas también los artesanos del lugar se dedican a expender productos hechos a base de caña guadua, que se dedican a la elaborar durante el año.

La comida típica como el tradicional seco de gallina criolla, tonga, empanadas de yuca, entre otros, forman parte de la identidad de esta parroquia.