En una novedosa pero esperanzadora manera de concebir el manejo de nuestra riqueza petrolera, el actual gobierno ha diseñado una política denominada “petróleo en tierra” que nos habla de no explotar las reservas del campo hidrocarburífero denominado ITT, en una amplia región de nuestra amazonia todavía virgen. Se dice que estas reservas podrían costar treinta y dos dólares el barril, veinte mil millones de dólares, pero para extraerla hay que agredir un verdadero paraíso natural que hoy es reserva ecológica del Ecuador.