Actualizado hace: 930 días 17 horas 22 minutos
El mashi y sancho
El mashi y sancho
Por: Mauro Guillem Zambrano

Sábado 02 Julio 2016 | 04:00

La acostumbrada costumbre del mashi para encontrar culpables tuvo una nueva versión en el terremoto del 16 de abril. ¿A quién culpar por el terremoto? debió preguntarse; ¿A Dios? no, no conviene; ¿a la naturaleza? debió recordar con amargura la Constitución de Montecristi que otorga derechos a la naturaleza, fruto del infantilismo de los ecologistas, pero no podía perseguirla, castigarla. Entonces ¿a quién culpar? A esos constructores, arquitectos, ingenieros, carpinteros y albañiles que construyeron sin observar las normas y regulaciones para que las edificaciones sean “antisísmicas”, resultado de lo cual ocasionaron tanto daño. Con la velocidad de un terremoto, ordenó a su escudero iniciar la investigación fiscal para hallar a autores, cómplices y encubridores.

Sancho, con rapidez desconocida en él, a la velocidad que le permitía su jumento envió un pelotón de fiscales a investigar casas y edificios, para en medio de escombros, polvo y ladrillos, encontraran a los culpables del desastre. Don José, que construyo su casa de madera y caña y que se vino abajo, está asustado porque a sus 60 años lo pueden enjuiciar; jodido y sin casa, teme pasar el resto de sus días en cana. Y don Justino Moreira, maestro carpintero, que junto a otros artesanos, venidos del campo, construyeron la casa de madera y cemento de don Tulio en Portoviejo, que también colapsó y fuera demolida, será perseguido hasta el cementerio de San Plácido, donde descansan en paz sus restos. 
Sería único caso de la justicia en el mundo -para la complacencia de la RC- en que sus huesos comparecerían ante un juez para ser criminalizado  No dejo de asombrarme al pensar que su osamenta fuera a pagar la culpa en una cárcel, “porque la ley es la ley”, a decir de Sancho. Preso que no le costaría un centavo al estado. Y los profesionales que construyeron en tiempos que no existían regulaciones, a pagar culpas ajenas. 
La mirada de Sancho está dirigida hacia los molinos de viento. Mire hacia el otro lado, las construcciones hechas en estos años, con regulaciones y ordenanzas vigentes, con la fábula de que este gobierno lo hace todo bien y que se destruyeron, como escuelas y unidades del milenio, centros de salud, UPC y UVC, las viviendas construidas por el Miduvi en el campo y la ciudad. 
Es facilito, todos los documentos están en los respectivos ministerios e instituciones del estado que contrataron su ejecución. Ahí encontrará los términos de referencia, las características técnicas, presupuestos, fiscalización y también investigue por qué algunos ingenieros se vieron en la necesidad de disminuir la calidad de las obras para que pudieran concluirlas. 
Ahora Sancho debe hallar a los culpables, fácil tarea para quien solo tiene compromiso con la justicia, los Panamá Papers y la familia Chladek. 
                                                               
 
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