Las quejas se refieren, especialmente, a que hay acumulación de pacientes, porque con los daños sufridos por el hospital del IESS en Manta tienen que atender a los casos que desde allá derivan, pero sin que exista la seguridad respectiva en razón de que, contradictoriamente, redujeron el personal y turnos de vigilancia, habiéndose registrado ya robos, así como violencia contra el equipo de emergencia y en días de fines de semana.

Si a ello se agrega la amenaza de insalubridad en razón al incumplimiento en el pago al servicio de limpieza, la situación al interior del mencionado centro está en riesgo de ser un mayor peligro que una solución a la salud.

De igual manera, se demanda la reparación de los daños en mampostería y agrietamiento de pisos causados al edificio por el terremoto. 

Sin seguridad ni asepsia difícilmente podrá funcionar, por lo que esperamos que las autoridades atiendan estas inquietudes en procura de asegurar el beneficio al que está destinado brindar la institución de bienestar.