Marcel Guillem, gerente de proyecto de la demolición de Manabí, detalló que estos centros escolares se los ha enumerado según su grado de afectación. Comentó que los que tienen nivel de afectación tres van para demolición y los de número dos tendrán una nueva inspección. Explicó que las edificaciones nivel tres podrán tener bloques que no han sido afectados. 

Testimonio. Colón Hidalgo, rector de la unidad educativa Odilón Gómez Andrade, manifestó que el 60% de la estructura educativa fue afectada; dos aulas prácticamente se cayeron y un total de 16 aulas quedaron con las paredes, pisos, techado, cuarteados. Según dijo, funcionarios del Ministerio de Transporte y Obras Públicas hicieron la inspección y determinaron que se debía de demoler.

Afirmó que luego de esto se adecuó un grupo de 20 aulas que se ocupaban  para otros menesteres, y eso permitió que las clases en esta institución se estén desarrollando con normalidad, ya que docentes y padres de familia colaboraron para acondicionarlas.

Afirmó que el cerramiento de la institución también colapsó, y que en esa área el salón de actos fue el único que recibió menos afectaciones y que aún sigue en pie, debido a que solo el tejado fue el que se cayó.

“Estamos contentos porque aquí se construirá una unidad del milenio siglo 21, por ahora se está haciendo de la zona donde se edificará dicha institución”, detalló Hidalgo.

José Pulido, padre de familia de la institución, mencionó que sentimientos encontrados ha tenido al ver lo que ha sucedido en la institución, ya que durante décadas el Odilón Gómez ha sido un referente en la educación del cantón.