Tras haber sido elegido por un sorteo, el buque chino “Cosco Shipping Panamá” fue el primero en recorrer los 77 kilómetros para cruzar de un océano a otro (Pacífico/Atlántico).
El buque debió pagar un peaje de 586.000 dólares.
La apertura del tercer juego de esclusas, que corre en forma paralela a los dos que fueron construidos en 1914 y para el que debieron usarse 220.000 toneladas de acero, se da en medio de una crisis profunda de la industria naviera.
No obstante, las autoridades panameñas están convencidas de que a largo plazo los cambios que producirá esta mega obra serán fundamentales para el intercambio comercial en Occidente.
Una de las principales razones por las que el Canal de Panamá debió expandirse tiene que ver, justamente, con esa crisis: las navieras empezaron a construir embarcaciones de mayor porte para trasladar mayor volumen de mercadería y así abaratar costos.
Como son tan voluminosas, no cabían en el Canal antes de su ensanche. Ahora, las compuertas más altas tienen 33 metros, miden 55 metros de largo y pesan 4.300 toneladas.
La ampliación, que demoró nueve años y le costó al país centroamericano 5.450 millones de dólares, y permitirá ampliar la capacidad de navegación hasta 600 millones de toneladas anuales.