Víctor, su hermano mayor, lo recordó con cariño y aseguró que Manuel tenía una facilidad única para hacer amigos.

Fue Alexis, su madre, quien al despertarse ayer en la mañana, se dio cuenta de que su vástago se encontraba sin vida. El cuerpo colgaba de una cuerda atada a su cuello y que presuntamente se usaba para sostener una hamaca.

Eran las 06h00 cuando los gritos de la mujer llamaron la atención en el sector, y los vecinos, así como los demás miembros de la familia, acudieron en su auxilio. Pese a que lo tocaron y trataron de reanimarlo, la ayuda fue en vano.

Los familiares presumen que el hecho habría sucedido por la madrugada.

Sorprendidos. “Desconocemos qué pasó. Nunca dio muestras de que algo malo le estaba pasando”, dijo Víctor Aráuz, hermano del ahora occiso, al preguntársele sobre algún indicio que tuvieran y que hubiera llevado a la muerte de su familiar.

Además señaló que a su hermano en ningún momento se lo vio alicaído o preocupado por algún problema, sino todo lo contrario.

El viernes, contaron los dolientes, salió en la noche a jugar fútbol, ya que era su pasatiempo. De él no volvieron a saber hasta que se produjo el hallazgo de su cuerpo.

Era conocido. Manuel Enrique Aráuz era muy conocido y estimado en el sector del parque El Mamey, donde laboraba alquilando una cama elástica y un globo saltarín. El negocio era de su madre, pero el joven le dedicaba su tiempo, especialmente en las noches, cuando el lugar de recreación es más visitado.

La hora del sepelio estaba en duda, aunque es posible que fuera esta tarde.

Los restos serán depositados en el cementerio Jardines de la Paz, según informaron los familiares.

La cónyuge de Manuel Aráuz Burgos se encuentra embarazada, según se pudo saber.