Carlos Bernal (CB): Se han dimensionado las fuentes de financiamiento. Siempre hemos dicho que es más eficiente tener líneas contingentes disponibles. Hay tres líneas claramente definidas: Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de $300 millones, Banco Mundial $150 millones y Banco Desarrollo de América Latina-CAF por $166 millones. En total $616 millones. Sirven para una primera respuesta: toda la atención en albergues, salud, raciones. De hecho, se ha priorizado salud, educación y vivienda.

 

ED: ¿Cómo llegan estos recursos?

CB: Cada multilateral de crédito tiene sus parámetros establecidos. Como son líneas de primera respuesta, algunas como la del BID se activó un día después del terremoto. Son recursos ya asignados al Estado y lo que se hace es, previo una validación de los entes, se ejecutan.

 

ED: ¿Mediante cada ministerio?

CB: Sí, la institucionalidad del Estado se respeta. El estado de excepción no se debe mal entender. Lo que habilita es a disponer de los recursos y a tener cierta normativa.

 

ED: ¿Pero los $ 600 millones no es que ya están en una cuenta, sino que están disponibles?

CB: Como siempre estuvieron. No puedes tener dinero, como se dice, ‘parqueado’. Eso es ineficiencia social. Es mejor tener dinero invertido y por eso hoy las asignaciones (para la emergencia) superan 234 millones de dólares y han servido desde la línea BID. Conforme se van planteando proyectos y se cumplen los formatos se va accediendo a esos recursos.

 

ED: Se ha hablado de financiamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) ¿Se concretó?

CB: La disponibilidad está ahí. Son recursos potenciales. Hemos dicho siempre que la condición soberana del país en término de políticas públicas no debe supeditarse a las políticas del FMI. Pero hay otras fuentes como el Banco Europeo de Inversiones y más que están en la mesa. Justamente el trabajo es ir priorizando proyectos.

 

ED: Se estima recaudar  unos $ 1.000 millones por la Ley de Solidaridad ¿Cuál es el flujo mensual?

CB: Se  esperan entre 50 y 60 millones de dólares mensuales, pero es algo dinámico y va a responder al comportamiento económico que estamos viviendo.

 

ED: Por las distintas vías (Multilaterales, Ley, y otros) todos los recursos van llegando de a poco ¿Es lo deseable?

CB: La dinámica la diseñamos en función de la necesidad. No es eficiente tener parqueados los recursos. Es importante tener identificado cuánto es lo emergente. Lo no deseable sería estar desfinanciados para los albergues. A medida que vamos desarrollando proyectos se ubican en las fuentes de financiamiento. Lo deseable es ejecutar con una planificación. Tenemos etapas, trabajamos por sectores y cada uno tiene sus tiempo e interdependencia. Por ejemplo, conforme avanza el desalojo pueden empezar a reconstruir. Los fondos están disponibles para solventar de forma oportuna cada necesidad.

 

ED: A modo de ejemplo, el alcalde de Portoviejo decía que son recursos que “gotean”.

CB: Hay que contar el contexto de eso. El goteo no es por una restricción económica sino por una restricción técnica. La contrapregunta sería ¿si hay una necesidad con determinado presupuesto están listos para ejecutar? Tenemos actividades secuenciales: No podemos hablar de regeneración urbana sin dotar de servicios básicos.

No se trata de que gotee o no el recurso sino que se hace todo conforme a una programación. Hay todo un equipo evaluando las necesidades.

 

ED: ¿Cómo se garantiza que hasta el final llegará todo lo que hoy se proyecta?

CB: La sostenibilidad es lo más importante. Hay un plan, una evaluación. Además la Ley (de Solidaridad)te manda a reservar todos los ingresos que de ella provengan para estas actividades.

 

ED: Lo de la Ley está blindado… ¿el resto llegará incluso si cambia el Gobierno?

CB: Siempre será potestativo de los Gobiernos, pero ahora ese escenario es una hipótesis. El próximo Gobierno que venga va a tener una línea trazada.

 

ED: El Comité de Reconstrucción fue creado por decreto presidencial y el próximo mandatario lo puede desaparecer...

CB: Puede desaparecer. Pero que exista creo que es un logro. Debe entenderse al Comité como una forma de reagrupar al Estado para una labor específica. Un equipo y yo estamos dedicados cien por ciento a esto.

 

ED: Pero no son ejecutores...

CB: Se planifica estratégicamente, se sistematiza y se hace seguimiento. Como tal no ejecutamos nada. No somos un ente de ejecución. Se respetan todos los niveles de gobierno, todas las funciones del Estado y la institucionalidad. Buscamos mecanismos más ágiles porque aquí el tiempo apremia. Dentro del período de Gobierno alcanzaremos a ejecutar muchas actividades y las otras las dejaremos planificadas.

 

ED: ¿Cómo son la planificación y la priorización para el uso de los recursos?

CB: Ecuador tiene una ventaja como país. Ya teníamos una microplanificación de servicios y equipamiento público antes del terremoto. Ya estaban conocidas la necesidades. 

Proyectos que ya eran identificados como necesarios, ahora son reevaluados en el nuevo contexto. Por ejemplo, en el marco de la reactivación se va a intervenir la vía Montecristi-La Cadena.

 

ED: ¿Tienen estudios para eso?

CB: Se incluye una actualización de los estudios con los que se hizo la vía y un estudio técnico pormenorizado de los efectos del terremoto.

 

ED: Y en otros casos, por ejemplo aeropuerto de Manta, ¿los estudios?

CB: Se hace igual, esa es la ventaja de la planificación. El aeropuerto está por definirse técnicamente si se lo demuele o se lo repara. Pero ya hay un escenario claro para cada caso. Si debe demolerse tenemos estandarización de aeropuertos, esos diseños ya están. No se empieza de cero.

 

ED: ¿Cómo se siente esta responsabilidad sobre sus hombros?

CB: Me siento honrado. Cuando me postularon yo reviví la vida desde cuando estaba en el jardín. Es un reto que asumí encantado. Sé que es una responsabilidad enorme, histórica.