Ahora nos hemos enterado por información de prensa, que la mayoría de aquellos se han encontrado amparados con esas “famosas” licencias periodísticas digitales, saltando el control muy justo de las leyes ecuatorianas.

Según datos de la indicada información de prensa, hemos conocidos que grupos como 4Pelagatos, Focus Ecuador, PlanV, Mil Hojas, Ecuadorenvivo, LaRepública.EC y Cotopaxi Noticias, han denunciado a la “SIP”, con sede en Miami, que están siendo investigados por la Ley de Comunicación ecuatoriana, que “con descaro y mala fe” está tratando de “coartar la libertad de expresión a sus periódicos digitales”, denuncia que ha sido acogida por el organismo internacional, que ha vuelto a emitir criterios contra nuestra legislación en ese campo, originando que aparezcan noticias al mundo con titulares como: “SIP denuncia arremetida del Gobierno de Ecuador contra los medios digitales -El organismo reacciona tras denuncia sobre censura y ciberataques-” esta postura intervencionista de la SIP, claramente vinculada con EE.UU., vuelve a lastimar nuestra soberanía.

Totalmente de acuerdo que grupos solapados por un membrete digital, sean controlados por la Ley. Ya era hora de que el Estado responda ante tanta desinformación, que conlleva la intención  de opacar al Gobierno, para que ganen réditos sus detractores. 

Era hora también que el señor Presidente del Ecuador se sacuda con altivez y responsabilidad patriótica, contra los funcionarios aduladores, de aquellos que mostrando un rostro simpático, se ha estado y están aprovechando de sus funciones, para con actos deshonestos, reñidos con la moral pública, hacer fortunas, dejando en mal predicamento a su gobierno ejecutor y de principios socialistas de “cambio de época”. La actitud de esos quintacolumnistas debe ser desenmascarada directamente desde la Presidencia de la República, ya que son unos cuantos los que a diario sobajean las manos honestas del mandatario, para continuar con sus fechorías, que con seguridad no son solamente personales, sino planificadas por una orquestada acción de opositores, respaldados por los imperialistas. Que no se vaya a perder lo que con gran dificultad se ha logrado y que por estos infiltrados, se diga mañana “que más grave fue el remedio que la enfermedad”.