Otro de los gravitantes problemas que aquejan a las poblaciones devastadas por el terremoto de abril es el de la educación, cuando miles de niños están afrontando varias novedades en el desarrollo de sus actividades durante el presente año, sin saberse tiempo de duración.
Afectados seriamente por el fenómeno telúrico, planteles donde funcionaban escuelas y colegios han sido derrocados en cierto número, mientras otros esperan el turno para ser reparados, lo que los dejaría fuera de uso para la actividad escolar, por lo menos en este período lectivo.