Su hija Yoconda Macías detalló que su madre desde hace 12 años tiene este tipo de problemas. Luego de las réplicas, mucho más del 18 de mayo, comenzó a deteriorarse. 

“Desde hace cinco días no podía respirar. En el temblor se cayó. Desde allí no puede dormir bien”, contó.

Incluso, hubo personas que durante esa réplica del 18 de mayo fallecieron. Tal fue el caso de Pedro Moreira  de 85 años. A él lo encontraron si vida en su casa en Tosagua luego de ese movimiento telúrico. 

Gabriel Zambrano, cardiólogo del hospital Verdi Cevallos, indicó que desde el 16A cuando inició la catástrofe no hubo una gran demanda de pacientes con estas enfermedades,más bien llegaron las personas con traumatismos. 

Pero posteriormente a este suceso ya comenzaron a aumentar los casos. “Puede ser por la dificultad de acceder a sus consultas médicas, difícil acceso a su medicación o porque muchos se afectaron por estar en albergues”, comentó. 

Zambrano comentó que después de la réplica del 18 de mayo hubo un aumento. “Causó mucho más alteración en los pacientes lo que llevó a procesos de ansiedad y desencadenó en eventos cardiovasculares”, explicó. 

Detalló que actualmente en consulta externa tienen un 100% de atención, los turnos están llenos y a nivel hospitalario aumentó en un 20% la atención de pacientes con problemas cardiovasculares “que estaban adecuadamente controlados y por la falta de medicación y control se agudizaron sus enfermedades”, dijo.

A nivel de Manabí, sostuvo, hubo tres personas fallecidas por infarto agudo del miocardio por la réplica del 18 de mayo en Tosagua, Bahía de Caráquez y Jipijapa. 

Zambrano recomienda a los pacientes con problemas cardíacos que sigan con sus controles regulares, que no dejen de tomar la medicina, llevan una dieta saludable y conserven su tratamiento.