Así lo aseguró el artesano del mar Félix Franco, quien señaló que más de 80 embarcaciones de fibra de vidrio, de 400, se trasladaron hasta la Península de Santa Elena y Esmeraldas a faenar, por orden de los armadores pesqueros.
“Durante los primeros cinco meses del año no se captura nada en alta mar”, manifestó Manuel Lucas. El movimiento pesquero en las playas de Puerto López es mínimo, con respecto a otras temporadas.
El comerciante Luis Castillo señaló que el problema se debe a que las aguas están muy calientes y a los fenómenos climáticos como el Niño.
El poco pescado que se comercializa en Puerto López tiene un precio elevado.
Antes un bonito de cuatro libras se compraba en dos dólares. Ahora cuesta cuatro dólares. La libra de dorado subió de 50 a 80 centavos. El cabezudo subió de seis a diez dólares.
“Los precios están elevados porque no hay pescado”, indicó Franco.