Patricio Pachay, coordinador (e) de Control Territorial, dijo que se está exigiendo los estudios de mecánica de suelo y estructural, firmados por un ingeniero civil, “para tener más seguridad, especialmente en casas de más de dos pisos”.

El técnico recordó que el suelo de Portoviejo en un gran porcentaje es arcilla expansiva, lo que no brinda estabilidad a las edificaciones cuando no se sigue las normas de construcción.

También, con la aprobación del plano se pide una garantía que equivale al 0,0033 % del valor en superficies de construcción menores a 240 metros cuadrados.

Mientras se construye el municipio supervisa y cuando termina la obra se debe pedir el permiso de habitabilidad y con el 99 % de la vivienda construida se puede recuperar la garantía, explicó.

PERMISOS. En la oficina de Control Territorial, que funciona en la exterminal del aeropuerto, hay una intensa actividad.

Decenas de personas llegan a solicitar permisos para reparación de sus viviendas afectadas por el terremoto. También realizan trámites para compraventa de terrenos y otros.

En este caso, informó Pachay, un técnico se traslada a la casa, previa la solicitud de la persona, valora el daño y si es de tipo estructural no dan el permiso.

Si la afectación es en paredes, cerramiento, entre otras, el técnico otorga el permiso.

MULTAS. Pachay explicó que en los casos en que el propietario repara o construye sin el permiso municipal se clausura la obra.

Contamos con equipos de reacción inmediata que hacen el monitoreo por zonas, dijo el coordinador.

SOLICITUD. Entre los usuarios estaba Silvia López, cuya vivienda ubicada en la calle Mejía entre Quiroga y Bolívar se afectó. Llegó a ver el resultado de la inspección porque primero querían demoler, pero luego decidieron repararla porque es una casa antigua. Esperaba que le permitieran repararla para mantenerla porque guarda la historia de su familia. Está en la zona cero.