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Economía
En Venezuela una hamburguesa cuesta 170 dólares

Los precios pueden variar hasta por 100 veces más si se aplica el tipo de cambio establecido por el Gobierno.

Domingo 29 Mayo 2016 | 04:00

En una economía tan dura como la venezolana, un turista desprevenido puede llegar a pagar costos altos.

Una hamburguesa, que tiene un precio promedio de 1.700 bolívares, puede costar 170 dólares si se aplica el tipo de cambio oficial (10 bolívares por dólar); 1,62 dólares si se recurre a la cotización en el mercado paralelo (1.049 bolívares); o 3,76 dólares si se utiliza la tasa flotante DICOM, que aplica para las tarjetas de crédito internacionales (542,08 bolívares).
La diferencia la marca la cotización que se use. En el también llamado mercado negro, el dólar cuesta 100 veces más que en el oficial.
Una comida en una trattoria de Caracas (entrada, plato principal y bebida) tiene un costo promedio de 6.780 bolívares. En dólares puede alcanzar 678 al precio oficial, $15,20 a la tasa flotante, o $6,50 al valor paralelo.
COSTOSO. Para los venezolanos, cuyos ingresos y gastos son en bolívares, las cosas son increíblemente caras, debido a la hiperinflación en esta economía altamente dependiente de las importaciones, publicó el diario Clarín de Argentina.
Incluso para la clase media, que se desliza hacia la pobreza, hay precios prohibitivos.
Según los informes oficiales, la inflación en Venezuela alcanzó el 180,9 por ciento al cierre del 2015.
El salario básico de los venezolanos es de 11.577,81 bolívares, que al tipo oficial de cambio equivalen a 1.157,78 dólares. En la tasa flotante representa 25,61 dólares y en el mercado negro son 11,03 dólares.
La tasa oficial se usa para la importación de bienes básicos, como alimentos y medicamentos esenciales, dice un despacho de la agencia AFP.
El valor del mercado paralelo abarca a casi todo lo importado o que utiliza materiales importados para elaborarse.
Siendo así, las cosas llegan a ser demasiado costosas, y el nivel de vida disminuye en forma alarmante.
CNN publicó, por ejemplo, que la harina precocida de maíz, que se utiliza para la elaboración de la típica arepa, subió un 900 por ciento, según la Superintendencia de Precios.
ESCASO. La crisis venezolana no solamente se traduce en precios o falta de dinero. También hay una notoria escasez.
La regulación de precios a  productos como medicinas, alimentos, artículos de limpieza, entre otros, ha tenido un impacto negativo en la economía de ese país.
Los empresarios dicen que los valores que fija el Gobierno no compensan los costos de producción y los obligan a vender a pérdida. El resultado: la disminución de la oferta, que a su vez hizo más notoria la escasez que ya se veía por la crisis económica.
María Montoya, una peluquera de Caracas, contaba a los medios lo que ocurrió cuando llegó el camión con productos al supermercado. Tras horas de esperar en la fila, “se me recostaron, me codearon, me empujaron, me halaron el pelo. Las mujeres se agararron a golpes”, señalaba.
La creciente demanda hace que, a su vez, los precios suban aún más. Por ejemplo, según un reporte de CNN, la leche, la crema dental, el papel higiénico, el jabón de tocador y los pañales de bebé incrementaron recientemente su valores de venta.
La escasez es en todos los ámbitos. Por ejemplo, la Federación Farmacéutica Venezolana reportó en abril que en el 85% de las farmacias no se encuentran los medicamentos básicos y, según la Federación Médica Venezolana, los hospitales del país tienen sólo el 5% de las medicinas e insumos necesarios para operar con normalidad.
Coca Cola anunció que detenía la producción de refrescos en Venezuela por la escasez de de azúcar, después de que la cervecería más importante del país, Empresas Polar, cerrara sus plantas de producción por la escasez de cebada.
También el fabricante de neumáticos Bridgestone anunció que estaba vendiendo su negocio en Venezuela luego de seis décadas en el país.
Otras compañías multinacionales como Ford, Procter & Gamble y Halliburton han disminuido o abandonado sus operaciones en el estado venezolano.
Si a esto se suman los problemas económicos nacionales derivados por la caída de los precios del petróleo, se completa un panorama crítico para los venezolanos.
Los problemas llegan, incluso, a servicios vitales como el agua (pues se dice que cuando llega tiene mala calidad ) o la energía eléctrica, por los constantes racionamientos.
La economía del país tiene previsto decaer un 8% este año, luego de que se contrajo en 5,8% en el 2015, según economistas.
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