Esto lo cuenta el manabita Nelo Bravo Román, uno de los propietarios del popular y conocido Edificio Bravo de Portoviejo, que data de 1970, ubicado en la calle Pedro Gual, entre Chile y Ricaurte, y que sufrió grandes daños por el terremoto.
“Era la herencia que nuestros padres nos dejaron a mí y a mis hermanos y que tras lo que pasó se vio muy afectado. De hecho, según el informe técnico que dieron los ingenieros, entiendo que lo más probable es que tenga que ser demolido”, explica.
Según cuenta, las pérdidas económicas que ha tenido la familia Bravo Román tras la destrucción de su edificio son grandes “y ahora empezar a construirlo de nuevo nos costaría una inversión de un millón seiscientos mil dólares”, añade Nelo Bravo.
Negocio tradicional. Detalla además que en su caso, en los bajos del edificio también se encontraba la imprenta ‘Su Copia’, propiedad de Nelo, que sirvió a la comunidad por 35 años y que quedó destruida.
“Ahora nos toca empezar desde cero. Hemos asimilado lo ocurrido y ha sido muy difícil. Pero como digo: ‘las cosas que Dios da, regresan a Él’”, sentencia.
Nelo Bravo señala que en la actualidad está levantando la imprenta ‘Su Copia’ en una vivienda en las calles Manta y México, donde desde ahora vende suministros de oficina y útiles escolares. “Con eso estoy reactivando mi actividad comercial con inversión propia y probablemente más adelante para ampliarme, tendría que acceder a un préstamo”, revela.
Levantar su imprenta en totalidad, dice Nelo, “me costaría una inversión de aproximadamente 100 mil dólares”.