Actualizado hace: 936 días 12 horas 28 minutos
Irina Bowen
Esos otros héroes anónimos

Atrás de toda la desgracia ocurrida en este terremoto, de las miles de manos amigas que se solidarizaron con los damnificados, de los cientos de empresarios y ciudadanos que generosamente entregaban parte de sus ingresos en productos para aportar a quienes lo necesitaban, de los millones de ecuatorianos que lloraban el fatal terremoto que enlutaba a miles de familias manabitas; de las autoridades que entre la responsabilidad y las decisiones que debían tomar para hacer menos trágico este desastre; de los rescatistas que venidos de todos lados supieron realizar su labor salvando muchas vidas; de los militares y la policía que salvaguardaron y protegieron los bienes y propiedades de la ‘zona cero’...

Viernes 27 Mayo 2016 | 04:00

Atrás de todas estas personas valiosísimas, hubo un grupo que se destacó y que aún no ha sido reconocido como se debe: son todos nuestros profesionales manabitas que con sus máquinas, grúas, sus conocimientos y habilidades técnicas y su recurso humano, supieron palear las diversas situaciones que se suscitaron después de este desastre. 
Y dentro de todos los profesionales y manos técnicas manabitas que colaboraron una vez pasado el terremoto; cómo no reconocer el inmenso aparataje movido bajo sus propios recursos para ayudar a habilitar uno de los servicios más indispensables como es el de la energía eléctrica y las telecomunicaciones, que nos permitía el bombeo del agua potable, la seguridad de poder distinguir en la noche y sentirnos tranquilos en medio de tanto desastre, además de proteger los alimentos por varios días, mientras tomábamos conciencia de lo ocurrido y esperábamos volver al orden.
Por ello y en honor a mis colegas eléctricos y electrónicos que se destacaron, que se pusieron a disposición de otros colegas que son parte de las instituciones del estado para ayudar en esta tarea silenciosa, indispensable y humana; mi artículo para proponer y exigir a las autoridades el espacio de trabajo que muy bien merecido tienen nuestros profesionales manabitas. 
La capacidad técnica, operativa y profesional fue puesta en práctica en este terremoto; pues la energía eléctrica fue uno de los servicios que se habilitó de inmediato, con  eficiencia, eficacia y efectividad al poner en marcha, coordinando acciones con Cnel y CNT, sus conocimientos, recursos y su don de gente ante la adversidad. Así mismo, reconocer al personal técnico y humano frente a estas instituciones, pues debemos estar conscientes que el sistema eléctrico y de telecomunicaciones de Manabí funciona porque existen profesionales capaces que lo operan.
Esperemos que la solidaridad de las autoridades se demuestre otorgando los trabajos civiles, eléctricos, mecánicos y demás a nuestros profesionales manabitas, que unidos pueden mover toda una estructura operativa.
 
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