En la parroquia San Pablo de Portoviejo queda la casa cuyos materiales son livianos y permiten la construcción de la estructura en pocos días.

Ramona, quien tiene 65 años y desde hace diez sufre una dolencia que le impide caminar, dijo que es mucho más cómoda que su anterior casa de caña que tenía un estado precario y no daba facilidades para su movilización.

Su esposo, Ramón Suárez, explicó que con las rampas, pasamanos y soportes que hay en diversas áreas ahora se facilita mucho el traslado de su esposa dentro y fuera de la vivienda.

“Es realmente una ayuda, está todo muy bonito”, destacó el ciudadano.

Acto. Ayer, acompañado de funcionarios de las Naciones Unidad, y periodistas, Moreno participó de un sencillo acto donde se realizó la entrega de la vivienda para esta familia donde viven los esposos, su hija y nietos.

El exvicepresidente dijo que se busca que las personas con discapacidad sean los primeros en tener este tipo de ayudas que mejoran su calidad de vida.

Moreno resaltó que tanto en el terremoto como en las réplicas las personas con discapacidad tuvieron muchos problemas para evacuar. “A mi mismo me pasó en el movimiento de la madrugada. Todos evacuaron el hotel donde estábamos menos yo”, dijo con tono de broma y reflexión.

El funcionario dijo que apenas supo del terremoto se abrió una mesa para captar ayudas internacional y dirigirlas especialmente hacia las personas con algún tipo de discapacidad, empezando con los casos más críticos.

Proyecto. Xavier Torres, presidente del Consejo Nacional de Discapacidades (Conadis), explicó que el proyecto busca dotar de 390 casas, de las cuales en una primera fase se han planificado 185. Dijo que para identificar a las personas con discapacidad ya se cuenta con una base de datos de la entidad trabajada junto a la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR).

Explicó que se va avanzar en la construcción de las casas conforme se disponga de los equipos para la construcción.