El equipo marcó 3 goles y le anotaron 14 para alcanzar 7 puntos – 11 en el gol diferencia.

El DT Kléber Fajardo dirigió 4 cotejos, ganó 1, empató 1 y perdió 2. Fabián Mendoza, interinamente, ganó 1. Mientras que Juan Urquiza perdió los 4 últimos lances. Esa es la campaña de Liga de Portoviejo, un elenco que ha hecho méritos para estar en el último lugar de la tabla de posiciones de la Serie B.

Tener al día el plantel en sus sueldos, darles de todo a los jugadores, no garantiza que los resultados sean halagadores. En esa parte el presidente Carlos Heredia ha cumplido. No puedo referirme a toda la dirigencia, su aporte ha sido casi nulo, es más, ya varios dejaron sus cargos.

Hay que saber de fútbol, y con todo respeto, el principal de la ‘U’ debería rodearse de gente conocedora del tema en un momento tan precario como éste. La crisis también pasa por los futbolistas, son los llamados a sacar adelante el equipo, el plantel es limitado técnica y futbolísticamente.

Es más fácil sacar a un técnico que cesar a todo un plantel. Ya Urquiza es historia, ahora las carpetas, llamadas telefónicas, e-mails, pululan por todas partes y calientan el celular de Heredia.

Pienso que el principal de Liga se precipitó al contratar a Urquiza, se necesitaba otro tipo de profesional que imponga autoridad en un elenco que está desestabilizado futbolística y emocionalmente.

Hay que transformar lo que no ha dado resultado, al igual que el año anterior deberemos conformarnos con salvar la categoría. Lo que se quiera hacer después, que se haga de manera planificada y no improvisada.