El partido se jugará en Milán mañana, a las 13h45, y será transmitido por Fox Sports y ESPN.

La revolución del “Cholismo” ha llegado para cambiar al ‘colchonero’.

En la Navidad del 2011, cuando llegó Simeone al banco, el Atlético deambulaba por el fondo de la tabla, había sido eliminado de la Copa del Rey por el Albacete -de la Segunda B- y la camiseta rojiblanca carecía de sponsors. La consultora Deloite lo ubicaba como el club número 25 de Europa en concepto de facturación (el quinto de España).

El vuelco resultó dramático. Ahora, a punto de jugar su segunda final europea en tres años, la facturación del Atlético se multiplicó por tres, la cantidad de socios pasó de 60.000 a casi 87.000 y trepó hasta el puesto 11° entre las instituciones futbolísticas más acaudaladas del viejo continente.

El favorito. Sin embargo, el favorito en la pizarra es el Real Madrid. Las estadísticas de la actual edición de la ‘Champions’  avalan a los ‘merengues’, superior en casi todos los números, sobre todo en ataque, al 

Atlético. El conjunto blanco ha ganado más partidos (9 a 6), ha empatado menos (2 a 3) y ha perdido menos (1 a 3) que el bloque dirigido por el ‘Cholo’, quien además tiene peores registros que su adversario en la final de Milán tanto en goles a favor, 16 a 27, como en contra, 7 a 5, además de la cantidad de tiros a portería. Pero el Atlético es un equipo que intentará ganar con el corazón, y que ha corrido más que su rival en el torneo.

El Atlético de Madrid del ‘Cholo’ Simeone hace de su inteligencia táctica su principal cualidad. Saben cuándo defenderse y cuándo atacar. Puede hacer de una pelota cualquiera una joya en un contragolpe. Saben ocupar los espacios.

Real Madrid no tendrá muchos espacios entre líneas. Los ‘colchoneros’ hacen de la presión una forma de hostigar al rival, de ensuciar la salida para que las pelotas no lleguen claras hasta su área. Pero la presión del “Aleti” no solamente empieza y termina en la delantera, sino que se aplica a todas sus líneas: los defensas presionan a los delanteros, los volantes a los creativos y a los extremos y los delanteros a los zagueros rivales.