Menciona que no hubo afectaciones humanas porque el templo estaba cerrado aún. 

Cuenta que el techo de madera se desplomó sobre las bancas. “Las dañó, imagínese que hubiesen personas sentadas”, comenta. 

Detalla que el arquitecto que han contratado les recomendó sacar el techo completamente, a pesar de que solo se cayó una parte. 

“Ya está muy sentido”, dice.

Además, las paredes estaban hechas de forma mixta, madera y cemento. Así que también las reemplazarán.

En este momento se encuentran buscando recursos para poder cancelar los cambios que tendrá la iglesia. 

“Esa es la verdadera preocupación. El medio de San Plácido no tiene los recursos para cubrir lo que significa esta reconstrucción”, expresa el párroco.

Calcula que estos cambios bordean los 120 mil dólares.

Reubicados. La iglesia Nuestra Señora de Lourdes tiene un sello rojo en su entrada, por lo que las misas han tenido que celebrarlas en otro lugar.

“Gracias a las religiosas Oblatas nos han prestado el colegio Santa Magdalena en donde hemos colocado carpas para las misas y los funerales de la parroquia”, asegura. 

Agrega que cerca de 1.500 personas llegan los fines de semana a este improvisado templo.

Una de ellas es Teresa Moreira, feligresa y ayudante en la iglesia. Ella estaba dentro del templo a la hora del terremoto. “Alcancé a salir corriendo por la salida de enfrente. No llegaba a la acera cuando se cayó el techo”, recuerda. 

Ahora espera que la iglesia  se reconstruya pronto, pues dice con seguridad que es el templo de todos los habitantes de San Plácido. 

Lo mismo opina Nabor Moreira. “Esperemos que se reconstruya con el apoyo de autoridades y organizaciones”, concluye.