El mamífero marino dejó tomar varios vídeos, fotos y autorretratos al temerario empresario, para luego arrastrarlo hasta su piscina y ahogarlo hasta la muerte.
Al ser testigo de estos dramáticos hechos, un empleado del zoo que había cuidado de la morsa durante más de diez años intentó salvar al hombre, pero también fue víctima del pinnípedo y acabó igualmente ahogado.