“ Tierra hermosa de mis sueños”. “Cual ninguna hospitalaria”. Son frases que, entre otras, inspiraron al poeta a componer lo que luego constituyó el pasillo Manabí.
Frases que de por sí muestran las bellezas con que la naturaleza dotó a nuestra provincia y que exaltan el trato que por siempre se supo dar a los visitantes.
Distintos puntos de Manabí han llegado a constituirse en atractivos turísticos, los que de una u otra manera han sido reconocidos a nivel nacional e internacional.
Así como también el buen trato que los manabitas hemos sabido dar a ese turismo receptivo, el que en los últimos años se convirtió en una de las principales fuentes de ingreso y de solvencia económica de esta región del Ecuador.
Podría decirse, entonces, que ese amplio conocimiento de lo que es Manabí y de lo que somos los manabitas, es la fuente principal que llevó a ecuatorianos y extranjeros a reaccionar pronto.
Con esas valiosas ayudas que desde la noche del terremoto 16/A se atendió a las diferentes ciudades afectadas por este sismo de 7,8 que conmovió no solamente a la tierra, sino también al espíritu altruista y generoso de quienes han sabido comprender las penas, los dolores y las tragedias que han embargado el alma y los sentimientos de los que algo perdimos, por pequeño o grande que este haya sido.
Está a la vista de todos la generosa colaboración en todo sentido que se ha recibido.
No importa el tamaño de la ayuda. Lo que importa es el hecho y la razón de ser, lo que llevaría a que los manabitas llevemos por siempre esa gratitud que engrandece el corazón nuestro y el de los generosos oferentes.
Y esa hospitalidad se ha hecho trascendente al resto del país, en donde se ha recibido con cariño y amistad a los miles de manabitas que por estas circunstancias se han visto precisados a salir de su provincia y recibir esa hospitalaria acogida, con el trato como en casa propia.
Gracias a todos. A ecuatorianos y extranjeros. Los manabitas los llevamos muy dentro del corazón.
No es necesario dar nombres de personas e instituciones públicas y privadas.
La gratitud manabita es de manera general para ecuatorianos y extranjeros. Va para todos, porque la solidaridad ha venido de todas partes.
La generosidad ha sido espontánea, como espontánea es la gratitud de Manabí.
Esperamos eso sí, una pronta y eficiente reconstrucción urbana y económica.
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