Ahora, según el funcionario, se recogen 300 toneladas de basura al día,  20 más que antes del terremoto. No nos olvidemos de la cantidad de víveres que llegaron en calidad de donaciones. Vinieron en cartones y fundas de plástico, entonces todo eso multiplicó los desechos, precisó.

Pese al incremento, dijo, los recorridos se mantienen en la mañana, tarde y madrugada, y a las pocas horas del movimiento telúrico del 16 de abril los obreros no dudaron en presentarse a sus puestos de trabajo para comenzar a devolverle la limpieza a su ciudad.

El albergue del aeropuerto, así como Picoazá y Alajuela, son las nuevas rutas que se implementaron. En tareas de limpieza se encuentran 15 recolectores, 10 volquetas y 7 camiones; mientras que en el personal están 115 obreros para recolección y 117 personas para barrido.

En Picoazá el trabajo se reforzó para mantenerlo limpio, igual con el albergue, citó Mieles.