No quieren ir al albergue del aeropuerto porque prefieren quedarse cuidando sus pertenencias y dicen que si no llega la ayuda tienen que sobreponerse y, como puedan, salir adelante.

Mauro Cedeño y Susana Chóez perdieron su casa y duermen en una carpa con sus tres hijos.

Cedeño dijo que los visitó personal del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) y que han recibido ayuda, pero lo que más le preocupa es no tener techo propio.

“Nos dijeron que hasta el17 nos iban a dar raciones si no vamos al aeropuerto. En todo caso, la ayuda tiene que venir, y si no es así veremos cómo arreglamos por nuestra cuenta, aunque no tenemos dinero”, indicó el hombre, que vive de la venta de helados.

Luzmila Ávila dijo que las paredes de su casa están “blanditas” y no pueden dormir allí.

“Esperamos la ayuda, ¿cuándo será?, no lo sabemos, pero no podemos ir al aeropuerto”, añadió.

Mientras que Alba Luz Guanoluisa vive con ocho familiares en una sola carpa.

“Estaba tomando una pastilla cuando empezó el terremoto, se cayeron las paredes de la casa. Vinieron a tomar fotos y nos dijeron que no podíamos quedarnos allí. Pero no podemos seguir esperando”, indicó

María de los Ángeles Duarte, anunció la construcción Alba. Su hijo ya puso la estructura para el techo, pero no hay dinero para levantar las paredes. Igual, no irá al aeropuerto y siguen confiando en que la ayuda llegue para recuperar sus casas.

La Ministra de Vivienda, de casas en terrenos urbanizados por el Estado por un monto de 10 mil dólares cada uno. 

Si el damnificado tenía terreno en zona de riesgo, lo entregará en calidad de pago y, si no, aportará con el 10% del valor con un plazo de hasta 36 meses, con un año de gracia.