En todo caso, Guardiola ganó su último título con el Bayern como ganó el primero -la Supercopa europea contra el Chelsea-, en la definición por penaltis. De algún modo, el círculo se cierra.

En el comienzo del cotejo, ambos equipos ensayaron la presión alta pero el Dortmund parecía consciente de que el Bayern no le iba a dejar mucho la pelota y por ello, cuando la tuvo, buscó llegar al área contraria con algunos contragolpes peligrosos comandados por Marco Reus y Pierre Emerick Aumabeyang.

El Bayern, mientras tanto, tocaba y tocaba y a medida que pasaron los minutos logró que el partido se jugará cada vez en la mitad del Dortmund, aunque las llegadas claras brillaban por su ausencia.

En términos generales, fue el Bayern el equipo que mandó, pero el Dortmund no dejó en ningún momento de ser peligroso .

La prorroga siguió con la misma tónica, es decir con dominio bávaro pero ocasiones de lado y lado.

El Dortmund, que había movido el banquillo ya en el tiempo reglamentario y había tenido que recorrer más kilómetros, se quedó sin físico pese a lo cual aguantó hasta el final obligando a la definición por penaltis, donde se impuso el equipo de Guardiola.

Ya con la victoria, Guardiola dejó escapar varias lágrimas, en medio de las muestras de cariños de sus pupilos. Un sentido y conmovedor hasta pronto para el técnico. 

0 (4) Bayern Múnich: Neuer; Lahm, Boateng, Kimmich, Alaba; Vidal, Thiago; Costa, Müller, Ribery (Coman, m.108); Lewandowski.

0 (3) Borussia Dortmund: Burki; Piszczek, Hummels (Ginter, m.78), Sokratis, Schmelzer (Durm, m.70); Weigl, Bender; Mkhitaryan, Castro (Kagawa, m.106), Reus; Aubameyang.

Para el Bayern marcaron Vidal, Lewandowski, Müller y Costa; y falló Kimmich.

Para el Dortmund marcaron Kagawa, Aubameyang y Reus; y fallaron Bender y Sokratis.