La secretaria de Estado dijo que en lo que se refiere a la reconstrucción y construcción de viviendas es probable que se inicie en unas dos semanas más, porque primero hay que hacer las obras de urbanización. Aunque, añadió, ya hay terrenos urbanizados,  y “estamos negociando con los empresarios inmobiliarios para que entreguen esos terrenos y poner allí las viviendas de 10 mil dólares. A mediados o a fines de junio empezaremos a construir las casas. En octubre esperamos que ya grandes grupos de casas estén reparadas y muchas otras construidas”, añadió.

La ministra indicó que también se puede empezar a trabajar a corto plazo en un gran número de viviendas dispersas.

 

>BONO. Recordó que el Miduvi ha contratado profesionales para que hagan la evaluación de las viviendas con daños reparables para poder entregar el bono de 4 mil dólares y si la vivienda está más dañada es probable que sea más conveniente construir una nueva. Recalcó que la ayuda es para las personas más pobres, “que no tienen cómo levantar una pared y además perdieron todo lo que tenían”.

 

>CONTRATOS. La construcción y reparaciones estará a cargo de empresas constructoras, señaló, al tiempo de aclarar que no se va a entregar el dinero a los afectados. “Los que tienen que reparar van a recibir la reparación y los que se quedaron sin casa van a recibir la vivienda, salvo aquellas personas que pueden pagar casas de hasta 70 mil dólares a las que se les da un apoyo de hasta 9 mil dólares si no está asegurada y si está asegurada hasta 5 mil dólares para que complete y pueda construir”.

 

>MATERIALES. Indicó que con los profesionales contratados, que reciben una capacitación previa, están evaluando las edificaciones, trabajo indispensable en este caso, sobre todo cuando ha habido movimiento telúrico porque la gente tiene la angustia de no saber si su casa va a resistir y si pueden regresar.

Estos profesionales recorren iglesias, instituciones públicas, casas, hospitales. Primero hacen una inspección visual para ver si hay fractura en columnas, rotura importante en la cimentación o paredes y mampostería demasiado frágiles que pueden lastimar a alguien y se las pone como viviendas en riesgo.

Recordó que lo que se está especificando es habitabilidad. “Sello verde cuando no ha pasado gran cosa y puede ser ocupado; amarillo es una alerta de que algo se puede caer, hay que tener cuidado y hacer reparaciones; y rojo son edificaciones por colapsar, aunque algunas tienen grandes daños y necesitan una inspección mucho más profunda porque en las condiciones en que están pueden ser un grave riesgo para las personas”.

Son los municipios los que toman la decisión de demoler, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) las derriba y retira los escombros.