Actualizado hace: 936 días 19 horas 14 minutos
La base de roca mitigó efectos del terremoto

Los habitantes del Cerro Jaboncillo por más de 700 años pudieron mirar alrededor con tranquilidad.

Lunes 16 Mayo 2016 | 04:00

En la ‘Ciudad de los Cerros’ donde se asentaron varias culturas (años 800 a 1530 d. C.), tuvieron no solo una vista privilegiada del valle del río Portoviejo, sino que procuraron mantenerse a salvo de posibles inundaciones y hasta sismos. El manto de roca basáltica, que en promedio se encuentra a unos 50 metros de profundidad en este y otros cerros de esta parte de la geografía manabita, puede mitigar los efectos de un movimiento telúrico, y esto pasó en el terremoto de 7,8 grados del 16 de abril, que no provocó daños en la zona de excavación, tampoco en las edificaciones hechas con paredes de adobe -inspiradas en la arquitectura ancestral- ni en el Centro de Interpretación, a pie de cerro, donde hubo algunos vidrios rotos.

Manto Protector. La densidad de una roca como el basalto hace que la onda sísmica encuentre más resistencia que en suelos débiles, acepta Juan Carlos Tigrero, geólogo consultado por El Diario. Este profesional dice que se deberían hacer estudios de suelo más profundos antes de encarar construcciones.
Igual concepto tiene Fabricio Villavicencio, ingeniero civil vinculado al trabajo de canteras, él señala que los efectos de un sismo se incrementan en suelos más vulnerables, por ejemplo, cercanos a ríos.
Por su parte Hugo Monsalve Jaramillo, ingeniero civil con un máster en Sismología, de la Universidad de Quindío en Colombia, consultado sobre el particular dice: “Se sabe que las vibraciones en roca sana son de mucha menor amplitud que en roca fracturada o suelos blandos”.
Tatiana Hidrovo, historiadora académica y presidenta de Ciudad Alfaro, señala que “las evidencias en relación al último terremoto muestran que en los cerros que tienen formación geológica distinta (formación piñón) como Hojas, Jaboncillo y Montecristi, los impactos del sismo fueron menores”. Incluso no afectó Ciudad Alfaro, “la excepción fue el edificio Luis Vargas Torres, que tenía problemas desde meses atrás porque estaba asentado sobre el borde y relleno de la ladera”, precisa.
En cuanto a Jaboncillo, “a pesar de que la zona fue modelada hace más de mil años, en forma de terraza, no fue afectada por el movimiento telúrico, lo que indicaría que una de las razones por las que los manteños de la Ciudad de los Cerros habitaron el lugar, fue para evitar los impactos de los terremotos”, dice.
Los antiguos habitantes del cerro se asentaron desde los “100 metros y hasta los 640, estamos analizando la topografía amigable y eso muestra que eran conscientes de lo que hacían”, dice por su parte Oswaldo Tobar, arqueólogo que trabaja en las excavaciones en Jaboncillo.
 
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