No fue bueno lo que exhibió la tricolor en Madrid, aunque tampoco se puede afirmar que fue un cotejo para el olvido. Perú no fue un rival que haya presionado tanto como para decir ganó con justicia, pues más bien lo que primaron fueron los errores en los goles de los sureños. En el once presentado por Luis Fernando Suárez faltó un hombre que ponga la pausa y las ideas, porque siempre faltó una jugada meditada y precisa justo cerca del área peruana. La selección llegó, dominó, buscó los goles, pero le faltó una dosis de precisión y de claridad. La evaluación final deja como tarea para el técnico el análisis de lo que Ulises De la Cruz puede rendir tanto en defensa como en ataque. Los años y la falta de fútbol le pasaron factura a Ulises, que lejos estuvo del rendimiento al que tiene acostumbrado. En el lado izquierdo Néicer Reasco n o lo hizo tan mal si se toma en cuenta que no tiene la continuidad necesaria en su club, Sao Paulo, y le vienen bien estos partidos. En el centro de la zaga, Iván Hurtado impecable y resolvió lo justo junto a Renán Calle que está en franca lucha por un puesto a la Copa América. En Ecuador no hay mucho que inventar y lo sucedido en Madrid es producto más de la falta de juego de algunos elementos que a un posible decaimiento del nivel colectivo. El resultado no es para que el estratega se preocupe, pero tampoco para que se descuide. Se sabe bien cuál es la alineación para la Copa América salvo alguna sorpresa o inconveniente de último momento. En el ataque, Carlos Tenorio hizo lo justo y lo que pudo porque él es de los que recibe balones y no de los que los crean, Felipe Caicedo estuvo poco tiempo y también necesita de quien lo ponga a correr para ganar por potencia y eso no pasó. Lo de Félix Borja también fue poco por el tiempo en la cancha y Benítez demasiado impreciso a la hora de marcar, un delantero no puede ser infalible, pero debe siempre estar rozando la inexistente perfección.