Antes del terremoto del pasado 16 de abril, Suárez llegó a su lugar de origen para visitar a unos hermanos y a las pocas horas de estar en su tierra, se presentó un inconveniente: el agua en la tubería en el barrio Esmeraldas estaba ausente.

Dijo sentirse mal porque ese no fue el único problema. Pocos días después lo que se interrumpió fue el servicio eléctrico a las 12h00. El fluido retornó a las 23h00.

“Es como retroceder en el tiempo, así no se puede vivir”, dice este ciudadano que muy pronto se jubilará y piensa retornar definitivamente a 24 de Mayo. 

Orlando Ortega, jefe del sistema de agua potable de 24 de Mayo, dijo que la dotación del agua potable es un problema recurrente, pero que el desabastecimiento que se presenta en Sucre es por motivos ajenos al sistema local.

Anotó que tras el terremoto la entrega ha sido normal porque la planta de Guarumo ha estado funcionando normalmente. Señala que en este año ha habido más de 10 interrupciones prolongadas por daños en tuberías, pero en Santa Ana.

 

> Redes. Ortega apunta que el sistema de redes principales desde la estación de bombeo de Lomas de la Balsa hasta el tanque reservorio de Sucre fue cambiado en el 2011. Esto comprende alrededor de 7 kilómetros, indica.

“Lo que sí está obsoleto son las redes de distribución en Sucre, ya que cumplieron su tiempo de vida útil”, dice.

Entre Lomas de la Balsa y Sucre hay comunidades de la parroquia Sucre como Barranco Colorado, Los Tillales Afuera y Adentro, Corral de Tierra, barrio Miraflores, Caña Brava, Los Ángeles, Santa Rosa, Punta de Piedra y El Salado, que también reciben este servicio, señala.