El afectado fue llevado por un amigo, Luis Arteaga, hasta el hospital provincial donde recibió asistencia médica. Narró el herido que la noche anterior había estado farreando con amigos y que ayer, en la mañana, había resuelto darse un paseo por el referido sector. “Me gusta conducir por esa carretera por la gran cantidad de curvas y porque pienso que uno aprende a dominar mejor la moto”, indicó el herido quien en el informe médico revela que al momento del percance conducía bajo los efectos del licor. Arteaga dijo que si bien su amigo hizo una brusca maniobra, sobre la carretera hay granillo que se constituye en un peligro para los choferes. La moto fue conducida por un familiar hasta la casa del accidentado en la parroquia San Pablo. El herido fue dado de alta a los pocos minutos de haber ingresado. Agregó que se gana la vida vendiendo agua en bidones y que tiene pocos meses manejando moto.