Su ubicación preferentemente sería en un lugar de la “zona cero”
Como un gesto de respeto a todos aquellos ciudadanos que fallecieran a causa del terremoto del 16 de abril pasado, la colectividad debería perennizar su memoria con la construcción de un memorial que sirva de lugar de encuentro para sus familiares sobrevivientes y ciudadanía toda.
No necesariamente debe ser una obra de dimensiones grandes y costosas, pues la
idea es levantar una obra que lleve intrínseca el significado del impacto social que el terrible seísmo causó en el destino de los pueblos afectados, la repercusión en la economía nacional y, especialmente, la gran solidaridad demostrada en el país y en el mundo.
Su ubicación preferentemente sería en un lugar de la “zona cero”, donde la municipalidad estime, lugar para visitar por parte de quienes deseen rendir su homenaje póstumo a esos conciudadanos que con su aporte contribuyeron al progreso de Portoviejo, Manabí y la patria entera.
Propicio es, entonces, que pueda aprovecharse algo del material recuperado de los escombros para solemnizar más el memorial, con diseño a ser escogido por quienes deseen concursar en esa obra que se convertiría en emblemática para la ciudad y el país.
La idea puede ser llevada adelante por la entidad administradora del destino de la capital manabita.
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