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Una carta escrita con el corazón conmueve a los “topos” mexicanos

Un niño mantense escribió una carta que conmovió a los “topos” mexicanos.

Sábado 30 Abril 2016 | 09:00

Con la palabra “gracias” inicia una carta que conmovió a una rescatista mexicana, quien espera llevar el mensaje por el mundo.

La misiva fue escrita por un niño de ojos grandes, en los que se leen rasgos de bondad y pureza.  Fue con esos ojos llenos de inocencia que Miguel Ángel Molina, un niño mantense de 10 años, vio en la televisión cómo los “topos” mexicanos arriesgaban sus vidas en busca de personas atrapadas entre los escombros del terremoto del 16 de abril.
Marcado por estas imágenes, Miguel Ángel, un niño al que su madre describe como “alguien dulce”, decidió escribir una carta de agradecimiento a los rescatistas. 
“Gracias por venir a nuestro país, y en especial a nuestra ciudad, a salvar a nuestros compatriotas afectados por el terremoto. Han salvado muchas vidas y se lo agradezco infinitamente. Que Dios bendiga y proteja por siempre a todos ustedes y a sus familias. Gracias. Y muchas gracias, de Miguel Ángel Molina Lucas para el grupo de los ‘topos’ de México. Gracias, mexicanos”, escribió de forma breve, pero trazada con lo que el corazón de este niño le fue dictando.
Ese día, viendo la televisión, Miguel Ángel se había puesto triste al ver que Dayko, un perro que había salvado siete vidas, murió por deshidratación.
Su padre entonces le preguntó qué podía hacer por él, y el niño dijo que quería escribir una carta a los rescatistas mexicanos. Era, sin saberlo, una forma de desahogo.
Su padre, Teodoro Molina, le trajo una cartulina y lápices de colores, y el niño empezó a dibujar las banderas de los países que habían colaborado en la tragedia, entre ellos Chile, Cuba, México, Venezuela, Estados Unidos, Colombia y España.
“Yo veía por la televisión cómo rescataban personas y quise agradecerles. Ellos me inspiraron”, señala con voz dulce el niño.
Con la carta escrita y coloreada, Teodoro acompañó a su hijo en busca de algún rescatista mexicano a quien entregarle la carta. Salieron desde su vivienda ubicada en el barrio San Valentín, cerca del colegio Tarqui, hasta la “zona cero”. Un policía les había advertido en el camino de que no encontrarían a nadie, ya que los rescatistas se habían marchado. Pero ellos, con una fe inquebrantable, siguieron avanzando hasta que estuvieron de frente con las rejas y los militares que resguardan la “zona cero”. 
Teodoro le explicó a un militar lo que su hijo había hecho, y él, conmovido, los dejó pasar y los llevó hasta donde estaba Pola Díaz,  coordinadora operativa de los Topos Adrenalina Estrella, quien resguardaba un desalojo de enseres. 
La rescatista recibió la carta estremecida por el gesto. “Nos dijo que nunca antes, en los países que había estado ayudando en rescates, a su equipo le habían dado un detalle así”, contó Teodoro. Pola le confesó a Diario Extra que sintió ganas de llorar.
“Me han dado ganas de llorar. Estos momentos, en que un niño está tan sensible por la situación de su país y piensa en los demás, son los que debemos rescatar”.
Ahora lo único que quiere Miguel Ángel es que su historia de gratitud sea conocida por los demás rescatistas, para que sepan lo gratos que suelen ser los niños ecuatorianos.
 
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