La reunión concertada ayer en Jaramijó por el Ministerio de la Producción, con la presencia de representantes del sector del desarrollo comercial, industrial y empresarial manabita, ha despertado nuevas esperanzas por los anuncios destinados a la rehabilitación de la provincia, como los créditos, refinanciamiento de deudas, exoneración y postergación de pago de impuestos, entre otras.
Se saluda esta actitud y que en la construcción y rehabilitación de casas y vías se use al profesional y la mano de obra de las provincias en emergencia, porque favorecerá a la ocupación de quienes han sido castigados por la naturaleza.
Estas buenas intenciones, sin embargo, requieren precisión en montos y fechas para su pronto desarrollo, respaldándose la iniciativa de crear una cuenta especial, separada de la cuenta única del tesoro nacional, para que desde ahí se manejen los fondos destinados a la reactivación.
Hay que recordar que este gobierno tiene un año más en funciones y que no alcanzará a liquidar los más de 1.600 millones que están destinados a la reactivación, ya que los papeles siempre andan lentos, las últimas recaudaciones serán justamente al final de su período y la crisis fiscal que se vivía antes del terremoto los puede llevar a la tentación de destinar el dinero a otros menesteres.