Lágrimas derraman por mis mejillas así como el río te ha bañado inconsolablemente; de los edificios, instituciones educativas, locales comerciales y casas ya sólo me queda el recuerdo de haberlos visto algún día y quedará en mi retina la imagen de la ciudad pujante que aunque la naturaleza la golpeó, no me impedirá el poder seguir mirándote como la más hermosa del mundo.

Porque no te dejaremos desmayar, porque no permitiremos verte caer; surgirás como el ave Fénix desde las extrañas de tu suelo fértil que nos vio nacer a todos nosotros, los orgullosos portovejenses. No solo tú fuiste afectada, mi capital, sino que contigo los hermanos pueblos de Manta, Pedernales, Jama, Rocafuerte, Bolívar, Canoa y otros terruños más de la geografía manabita y ecuatoriana como la hermana provincia de Esmeraldas, que fueron realmente azotados, así como en mí el dolor de haber visto caer a cientos de coterráneos.                                      

El amanecer y ver tu aurora ya no es el mismo Manabí; el cantar del gallo en nuestra campiña cambió de significado, porque hoy el pueblo ya no duerme, pasa en las veredas, en portales y hasta en la calle.

Pero sí estamos fuertes y listos a servir y demostrar esa verdadera hospitalidad que nos hace únicos, porque llevamos en nuestra sangre la pujanza y la entrega hacia los demás, el yermo corazón que late por verte cual ninguna y que siempre mi bandera flameará, así como el machete del campesino en la tierra. Y así caminará mi pueblo para verte levantar de nuevo, mi ciudad de San Gregorio siempre amada, al par de las quimeras de mi bella Manabí.

Agradezco profundamente al Presidente y Vicepresidente de la República y a todas las instituciones descentralizadas del Estado, a los países del mundo, sus presidentes y brigadas de rescate, a personas y empresas que han enviado donaciones y en especial a los voluntarios que han ayudado desinteresadamente al que lo necesita.

Un abrazo solidario a las personas que lo perdieron todo y fuerzas a las personas que tuvieron que despedir a un ser querido. Dios y Nuestra Madre de la Merced los bendiga. Portoviejo, Manabí y el Ecuador saldrá adelante.Porque somos justos y solidarios; y como dice nuestro lema: ¡Querer es poder!!!