Un buen currículum no es en lo único que debes de pensar a la hora de acudir a una entrevista de trabajo.
Las entrevistas de trabajo tienen mucho pulso psicológico, por eso si quieres impactar es necesario que sigas estas recomendaciones. Recuerda siempre dirigir la atención a lo que realmente importa.
Una noche antes, aféitate las zonas con exceso de vello y repasa tu historial de trabajo por la mañana.
ALIENTO. Un chicle o un caramelo de menta antes de entrar a la entrevista son una buena alternativa. Eso sí, no te olvides de botar el chicle antes de ingresar.
NERVIOS Y EL SUDOR. Hay factores que escapan a tu control. La respuesta del organismo ante el estrés es uno de ellos. Con los nervios a flor de piel, el cuerpo libera un olor corporal (normalmente desagradable), por lo que además de un correcto aseo corporal, mantener la calma no te vendrá mal.
MANOS SECAS. Un apretón de manos pegajoso puede reflejar tu nerviosismo. De no tener cerca un baño para enjuagarte puedes limpiarte con un antibacterial.
ESTILO. Tu ropa habla. El entrevistador se puede hacer una idea de cómo eres y trabajas dependiendo de tu vestuario.
Vístete acorde al puesto de trabajo al que aspiras, con esto demostrarás que te interesas en tu imagen y en cómo se proyecta ante los demás.
Ten en cuenta el tipo de empresa, entidad u organización a la cual estás aplicando para el puesto de trabajo, esto también influye al elegir tu ‘look’ de entrevista laboral.