Actualizado hace: 937 días 8 horas 35 minutos
MONTAJE
Gibson, De Niro Y Jack Black (un poco de todo)
APOCALYPTO Aborda el término del Imperio Maya; un filme espectacular del consagrado Mel Gibson

Gran fin de semana. Primero Mel Gibson y su espectacular Apocalypto; segundo, Robert De Niro y su muy bien lograda El Buen Pastor; y, tercero, Jack Black en primerísimo primer plano, al frente de una comedia que tal vez no le guste a las grandes multitudes pero que seguro atrapará a un par de almas dispuestas a todo por el rock.

Domingo 03 Junio 2007 | 19:35

Empecemos con Mel “hablo-mal-de-los-judíos-cuando-estoy-borracho” Gibson. Apocalypto aborda cuando el imperio Maya se acaba. Arranca con una secuencia de humor algo pedestre pero pasable, y al hacerlo parecería que todo el camino va a ser cuesta abajo. Pero no, la cosa es cuesta arriba, sobre todo para Garra de Jaguar, el personaje principal, que se la pasa escapando de una muerte segura de las formas más valientes e ingeniosas. La cinta es eso, el escape de la muerte, no sólo de un hombre sino de toda una civilización. Y cuando crees que la cosa no se puede poner peor, llegan los españoles. Ojo a los personajes secundarios, todos, sin excepción, fueron reclutados en locación; aquello quiere decir que no son actores sino gente. Mejor así, por lo menos Gibson les saca todo el jugo que puede y lo hace como los que saben, sin dejar en evidencia las consecuencias de tomar riesgos tan grandes. Ojo, también, a la fotografía de Dean Semler, que hace lucir a la selva como a un laberinto imposible. Semler es el mismo señor que hizo fotografía en Waterworld y Danza con lobos. Curioso que haya dirigido El Patriota, protagonizada por Steven Seagal en 1998. Robert De Niro dirigió su primer largometraje en 1993, se llama Un cuento del Bronx y tiene momentos inolvidables. Luego pasaron trece años, De Niro volvió a ponerse tras cámaras y no solo la pegó, la rompió. El Buen Pastor narra los orígenes de la C. I. A. a través de Edward Wilson, quien es, por así decirlo, el modelo del agente secreto norteamericano. Sin embargo no está escrita ni dirigida en clave de acción, es un drama pausado, sufrido, largo e intenso. De Niro le apuesta a la soledad del agente Wilson, a sus problemas internos y a evidenciar que la Agencia de Inteligencia Central no solo magulla la vida de la comunidad internacional sino la de sus propios recursos humanos. La actuación de Matt Damon es notable, en cada gesto revela a un tipo duro que no es tan duro como parece ser, que se las juega por su país pero sufre las consecuencias de lo que él cree heroísmo. u No voy a decir mucho sobre Delirios de Fama, basta con saber que es una broma que sus creadores se toman en serio, y que Jack Black es uno de los seres humanos más graciosos del planeta.
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