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CONVENIO
Asilo sin espacio para acoger a más ancianos
María Cedeño no se considera una mendiga, sino una mujer que está en la calle porque desea sentirse viva

A María Cedeño, de 90 años, le molesta que le digan que es mejor que esté en el asilo, acompañada de personas de su edad y cuidada en su salud y alimentación.

Sábado 02 Junio 2007 | 19:52

Desde que se quedó sorda hace tres años, prefiere que un pariente la traiga de lunes a viernes desde Rocafuerte a Portoviejo, a las calles Ricaurte y Sucre donde permanece más de seis horas. Prefiere estar allí, viendo pasar la gente y los carros, que en su casa. En las veredas de la ciudad hay ancianos mendigando. No hay lugar para ellos en el asilo porque aún tienen familiares que deben protegerlos y además ya no hay espacio físico en la institución, manifestó la directora Leticia Zambrano. En el asilo hay 54 personas de la tercera edad. Dieciséis están como pensionistas, mientras que el Estado paga los gastos de permanencia de los 38 restantes. Zambrano manifestó que la sala general está copada. Solo se aceptan los casos de personas en los que se comprueba que no tienen familiar que los protejan. La Ley de Anciano, dijo, señala que los parientes deben velar por el cuidado de las personas de la tercera edad. Sólo si se presenta un caso extremo se trabaja con el centro jurídico del Municipio para realizar las investigaciones para comprobar si está de verdad sola la persona. Aporte económico El Municipio desde hace tres años ha apoyado a la institución con un aporte mensual de 500 dólares. En lo que va del 2007 no se ha entregado todavía ese dinero. El Ministerio de Bienestar Social, manifestó, es el principal soporte ya que entregada un dólar diario para la alimentación. Hay atención de terapia ocupacional, recreación y medicina. Con el aporte de los pensionistas, 1.500 dólares, se contrata enfermeras.
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