Esta es la primera reunión de mandatarios andinos tras el fracaso del inicio de la negociación con la Unión Europea (UE), dirigida a lograr un acuerdo de asociación comercial y de cooperación, debido a las reservas mostradas por el gobierno del boliviano Evo Morales. En el aeropuerto de Tumbes, en el norte de Perú, García confió en que el encuentro fortalezca la relación entre los pueblos y abra "un capítulo de crecimiento compartido, complementario e integracionista". "Llegamos para fortalecer la confianza que une a nuestro países y que debe incrementarse para que ninguna interpretación, para que ninguna noticia, deba ensombrecer una relación que a lo largo del tiempo debe crecer sin mengua y sin detención", agregó García en una breve ceremonia de bienvenida. "Cerrados todos los indicios provenientes de nuestro origen republicano y de nuestra independencia tenemos solamente un espíritu de esperanza. Nada nos divide, nada nos separa, no hay ningún conflicto o reclamación, tenemos paz, seguridad y confianza perpetua y así queremos que se construya el desarrollo de nuestros pueblos hermanados", subrayó el jefe de Estado peruano. Por su lado, el presidente ecuatoriano reiteró que "las relaciones entre los dos países viven los mejores momentos de su historia", a pesar de que "algunos monstruos creados por grupos interesados pretenden tal vez crear diferencias". "Nuestro deber es profundizar aun más en las extraordinarias relaciones fraternas que existen entre nuestros dos países (...), y esa profundización debe superar modelos de antaño que nos pusieron a competir en la lógica de que los mercados iban a determinar el futuro de los pueblos", aseveró Correa. El dirigente ecuatoriano abogó por "la lógica de integración, de coordinación, de complementariedad, de cooperación de mutuo beneficio". Ambos presidentes mantendrán hoy un encuentro y posteriormente se reunirán los gabinetes de los dos gobiernos con el propósito de ahondar en las relaciones bilaterales y regionales. Además intentarán rescatar el Plan Binacional que se pactó tras el acuerdo de paz de 1998 entre las dos naciones vecinas y cuyo objetivo era dotar de desarrollo a las zonas fronterizas.