Es necesario y justo en Portoviejo una optimización del suelo, basados en los planes de desarrollo urbano, los cuales forman parte del desarrollo físico de cada cantón, que entre otras cosas incluye la legalización de los asentamientos, que por su tiempo toman el carácter de legal, involucrándolos dentro de los planes de desarrollo, reguladores y del catastro vigente, cuidando eso sí, que no se permitan más invasiones, que violentan el principio básico de respeto a la propiedad privada y causan graves problemas a la Municipalidad. Con los elementos mencionados y con la determinación de una malla urbana, capaz de controlar y regular el crecimiento de la ciudad y cualquier lugar poblado, se puede proceder con la zonificación de las áreas comerciales, residenciales e industriales de cada ciudad, así se tendría una clara definición del crecimiento de la cabecera cantonal y de sus parroquias. Es decir que con liderazgo, solvencia de conocimiento e interés sobre los problemas del cantón, se lograría conseguir una ciudad ordenada, digna de vivir, donde no sólo prevalezca la regeneración urbana que es muy puntual y cara, sino también, la construcción de lo básico, una infraestructura completa, que comprenda la dotación, ampliación y reparación del sistema de alcantarillado sanitario y pluvial; construcción y ampliación de la red de agua potable; construcción de calles de hormigón en una ciudad pobre, que garantice por años su vida útil y evite de raíz, esa mala costumbre de construir y reconstruir, una misma obra permanentemente. Elaborar un diagnóstico de todas las calles que adolecen de fallas o daños y procesar un inventario de luminarias en todo el cantón que permita hacer una evaluación en función de su estado. Crear una ciudad segura, tanto para el transeúnte normal, como para el discapacitado o diferente. Quisiera ser Alcalde de Portoviejo, para invitar a empresarios nacionales y extranjeros a invertir en Portoviejo y convertir esta ciudad en un destino turístico, para mejorar, crear y difundir las obras que el Municipio realiza, entre sus pobladores y destacar todo lo bueno que tiene Portoviejo. Esta es mi aspiración que alcanza a ver una realidad tangible de poder llegar hacer Alcalde; la cual podría ser también sólo un espejismo, pero jamás una quimera convertida en pesadilla. Hoy vemos que la gran mayoría de candidatos que han llegado a ser alcaldes sólo han tenido intención, con una mezcla de vanidad y audacia; pero han carecido de lo principal: la convicción, con una alta dosis de preparación y vergüenza; porque ya es hora, por sobretodo, de cerrar la brecha entre el saber y el hacer.