El jefe del comando de policía de Chone, Jorge Jiménez Buchelli, aseguró que sería mentiroso si señalara que en este cantón se está reduciendo el índice delincuencial; más bien existen factores que amenazan con una desbordante ola de violencia. Destacó que la pobreza está arrinconando a muchos sectores de la población a la participación en delitos. En primer lugar, delitos pequeños, pero que con el paso del tiempo podrían convertirse en ataques delictivos mayores si no existen los correctivos necesarios. Dijo que el cierre de la agencia del Banco Pichincha, por los problemas ya conocidos, en dos años ha llevado a que Chone deje de percibir cerca de dos millones y medio de dólares producto del Bono de Desarrollo Humano que los beneficiarios tienen que recibir en la agencia de Tosagua. A esto se le suma el millón de dólares, aproximado, que los trabajadores municipales no reciben en seis meses de sueldo, y los cerca de cuatro millones de dólares que permanecen estancados por el cierre de las arcas municipales. Aquella situación, dice Jiménez, genera un cordón de pobreza que lleva a las personas a refugiarse en el licor y a cometer delitos. Una solución El jefe policial está convencido de que las diferencias políticas fácilmente no se pueden remediar, pero hizo una propuesta pública: puso a la disposición el comando de policía de Manabí para que los once concejales se reúnan y asuman una solución antes de salir del reparto policial. En estos días, Dan Vera y Margarita Ávila, quienes se disputan la alcaldía, gestionan en Quito la asignación de las claves para el manejo de las cuentas municipales en el Banco Central. Los dos bandos se formaron después de que un grupo de ediles destituyó a Eliécer Bravo como alcalde y nombró a Horacio Barberán. Bravo presentó una impugnación que aún no ha sido resuelta en su última instancia. Propuesta El Comando de la Policía de Manabí está disponible para una reunión con los once concejales, en la búsqueda de una solución.