“Hemos dedicado gran parte de la reunión a este tema y estamos complacidos porque Colombia se ha comprometido a incrementar y a profundizar la erradicación de forma manual en la zona fronteriza”, dijo Espinosa en una rueda de prensa conjunta en la Cancillería. Araújo visitó Ecuador para tratar de diversos conflictos bilaterales, en especial de las fumigaciones aéreas colombianas con el herbicida glifosato junto a la frontera, que Quito afirma que afectan a su territorio mientras Bogotá las califica de “inocuas”. “Estamos convencidos que las fumigaciones (aéreas) que se hicieron en el pasado no han tenido efectos en el Ecuador, pero si los han tenido estamos dispuestos a reconocer que nos equivocamos y estamos dispuestos a pagar las indemnizaciones correspondientes”, señaló Araújo. La canciller ecuatoriana indicó, además, que Colombia se comprometió a entregar, el próximo 18 de junio, un informe de su Comisión Científica sobre los efectos de las aspersiones aéreas con glifosato a la Comisión Científica de Ecuador, para avanzar en el estudio de su impacto en la zona fronteriza. El conflicto por las fumigaciones aéreas, que según Ecuador llegan a su territorio arrastradas por el viento y causan graves daños a las personas, animales y plantas, provocó que Quito retirase el pasado diciembre a su embajador en Bogotá, Alejandro Suárez, que regresó el mes pasado tras un acercamiento entre ambos Gobiernos. El pasado 18 de mayo, el relator de la ONU para el Derecho a la Salud, Paul Hunt, pidió a Colombia la suspensión de las fumigaciones aéreas en la frontera por el principio de precaución, al haber encontrado evidencias de graves daños para la salud física y mental de las personas en el lado ecuatoriano. CULTIVOS ILÍCITOS “Para Colombia, erradicar los cultivos ilícitos es un problema de seguridad nacional”, dijo Araújo, ayer en Quito.