Solo que esta vez pareciera que de una manera objetiva se proyectan.

Y la población, al igual que los vecinos del cantón capital de la provincia, abogan porque se la incorpore a los beneficios que se anuncian se darían para este tipo de balnearios.

La nutrida asistencia de turistas que durante estos dos años ha copado el malecón a presenciar programaciones de artistas, en un escenario muy bien organizado con las seguridades extremas que este tipo de eventos requiere, se ha constituido en un verdadero motivador para pedir obras y exigir la protección necesaria frente a los permanentes embates del mar.

Todos los repetidos aguajes y marejadas están afectando, las vías, el malecón, las edificaciones y negocios instalados al borde de la playa.

Es que Crucita es una población que por décadas viene siendo agredida por las fuertes marejadas del océano que la baña, casi en el olvido por gobiernos de turno y autoridades locales que postergaron deliberadamente la construcción de trabajos ya programados.

Y a la fecha, con una vía de acceso desde la capital de la provincia de primer orden, con una iluminación envidiable, el convertirse en protagonista de eventuales obras que van a incidir de manera práctica en su defensa y desarrollo, es verdaderamente estimulante.

Hoy que hemos presenciado, por la técnica de la comunicación, que el mar ha sido inclemente con esta población, es al unísono que se pide la construcción de un espigón.

Será una obra que vendría a proteger a la población como trabajo prioritario y de ejecución inmediata.

Inclusive con prioridad a la reconstrucción del malecón, que indefenso, como a la fecha está esta vía, la más importante que tiene el balneario, sin el espigón seria exponer esta inversión, por cierto con un costo considerable, a un inminente y próximo deterioro sin beneficio real y objetivo.

Se publicita que los estudios del espigón están a la fecha terminados.

La obra de manera puntual está dentro de la programación nacional que el organismo pertinente los tiene por realizar. 

El tema ya fue materia de ofrecimiento formal del primer mandatario a las autoridades locales.

Por lo tanto, no obstante la dura crisis que afecta al país, se abriga la esperanza que se dé inicio a una obra de protección física que va a dar tranquilidad y desahogo a gran parte de una población regional, que solo espera esto para su arranque .